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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia Capítulo 1800

Capítulo 1800

Ella estaba ansiosa, intentando explicar, cuando Asier interrumpió con su voz fria: “¿Qué pruebas tienes de que ell

“Ejem. “López estaba a punto de hablar.

Bruno llegó con su equipo. “Sr. Griera, hemos revisado las cámaras de seguridad.”

La llegada de Bruno interrumpida López.

Bruno habla copiado las grabaciones de seguridad en su teléfono y se lo pasó directamente a Asier

Asier tomó el teléfono de Bruno y observó con atención las grabaciones, Elia también se acercó para mirar.

En las imágenes, Elia estaba entregando su obra y estaba sentada al lado del mostrador haciendo preguntas a un empleado.

En el video, la mirada de Elia siempre estuvo fija en el empleado, sin siquiera desviar la vista hacia el costado.

Con esta grabación, se podía demostrar que Elia no habla visto la caja que se había volcado.g2

Al ver esto, Elia le dijo a López: “¿Querias pruebas? Aquí las tienes en el teléfono, nunca vi el contenido de la caja volcada”

Lópèr perdió su impetu y parpaded, preparándose para ver la grabación en el teléfono.

Una voz se escuchó desde la entrada: “Elia, esta competencia nunca fue tu escenario, ¿qué sabes tú de diseño de joyas, siendo solo una secretaria?” Esas palabras iban dingidas a Elia.

Ela se tenso y mire hacia la entrada, viendo a Pascual, vestido elegantemente, entrar rodeado de sus guardaespaldas, con toda la presencia de un gran jefe.

Fue solo una mirada de reojo hacia Elia, y rápidamente su atención se centró en Asier, con una sonrisa despectiva en sus labios, dijo: “Mi querido primo, ¿por qué

te esfuerzas tanto? Por esta mujer te convertiste en un vegetal en aquel entonces, y ahora tu destino es estar paraliticamente incapacitado. Hoy, vuelves a enfrentarte a toda la industria de la joyeria por esta mujer no parece valer la pena.”

Las palabras de Pascual estaban cargadas de sarcasmo.

Aloiro, el corazón de Elia se apretó aún más.

Porque lo que Pascual decia en verdad, Asier estaba asi por ella. Si no fuera por salvarla, Asier no estaría en su estado actual

Al recordar el pasado, Elia sentia su corazón apretandose hasta el punto de casi no poder respirar.

Sin embargo, Asier parecía inmutable: “Este no es un lugar para ti, primo.”

La mirada profunda de Asierer

ra fria y estaba fija en él.

Cuando López vio a Pascual, rápidamente se adelanto, inclinándose y adulando: “Sr. Griera, finalmente ha llegado, usted es quien debería estar aqui desde un principio, este es su temeno. ¿Gustaria de un cigarrillo…?

La actitud de López hacia Pascual era como el de un sirviente ante su señor, surmiso y adulador, Mucho más humilde que la que mostraba hacia Asier.

Pronto sacó un cigamo y se lo ofreció a Pascual, esa actitud servil era nauseabunda.

Pascual tomó el cigarrillo que le ofreció y lo miro con desden, dicendo: “López, eres muy perspicar”

Fue solo una respuesta superficial para López, luego Pascual se dirigió a Asier “Primo, quizás no sepas, pero soy el principal inversar en este concurso de joyeria. No vine antes porque no tenia tiempo, pero ahora que me he liberado, me informan de un incidente de plagio, Como el mayor inversor¿No deberia informarme de lo sucedido?

“Debes darle una explicación a Elia, sobre quién copió su obra” Asier habló con firmeza, con una voz helada hacia Pascual

Desde el principio hasta el final, el crela en Elia


¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Score 9.6
Status: Hiatus Type: Native Language: Spanish
Elia Saurí sufrió una traición que arrasó con su reputación y su inocencia, pero en esa fatídica noche, el hombre misterioso le entregó un colgante como prueba de su amor, jurando regresar para casarse con ella. Sin embargo, una tormenta devastadora destruyó su hogar y con él, la única pista que tenía la embarazada Elia para encontrar a ese hombre. Mientras tanto, conspiradores en las sombras lograron que el hombre creyera que Elia había perecido en la tormenta, convirtiendo su reunión en una quimera inalcanzable. Cinco años después, Elia vuelve acompañada por cuatrillizos. Por casualidad, llama la atención de su poderoso y peligroso jefe, un magnate indomable. En público, Elia es una conserje dedicada y modesta, pero en privado, yace en los brazos de este hombre, acariciando sus abdominales y gastando su dinero sin restricciones. Cuando su prima la hostiga, él la protege; cuando su secretaria la acosa, él la respalda; cuando difamadores intentan socavarla, él estalla en furia y celos… Todos comienzan a notar que la relación entre Elia y el jefe no es lo que parece. Él la consiente y protege, y aunque sea un titán…

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